lunes, 24 de diciembre de 2007

ADIÓS A DANI


Dani era el canario de mi hijo, que le puso así porque dice que es su segundo nombre favorito ( el primero es el suyo). Lleva con nosotros casi dos años ( el 23 de enero los haría ). Hoy sentí cuando estaba en el baño maquillándome para ir al duelo de la suegra de una amiga, un ruido que primero relacioné con la lavadora; cuando recordé que no estaba puesta, ya pensé en el ruido del pajarito cuando vuela de un lado a otro y roza los barrotes de la jaula, pero con más intensidad, así que fuí a comprobar por la mirilla de la puerta si se habían llevado la jaula. Como estaba en el mismo sitio de siempre, ni se me ocurrió abrir la puerta. Cuando me iba para el tanatorio, no lo ví en los soportes y me asomé para ver si estaba comiendo; me llevé un susto tremendo. Estaba en un rincón de la jaula, muerto, pero no ví que hubieran forzado los barrotes. Cuando mi marido lo sacó, comprobó que lo habían matado, así que no queda otra explicación que la de que fuese un cernícalo o alguno de los gatos del vecindario. Y eso que estaba aparentemente bien protegido, bajo un techo con una prolongación con toldo.
Acabamos de decírselo al niño y se ha llevado un gran disgusto.¡pobre! en su cuarto está, acostado, después de la fase de llanto.
Ahora a ver si quiere otro (con lo que nos gustaba oír su canto) y a ver dónde lo ponemos para que no suceda lo mismo.

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