Hacía tiempo que quería hacerlo porque mi cuñada Cristina (en realidad, concuña, pero a mí esa palabra como que no me entra y cuñada me resulta más cercano y cariñoso) lo suele preparar. Así que me enseñó la receta de la mejor manera para aprender: viendo cómo lo hacía en su casa. Ella usó la olla exprés,pero como ando un poco asustadilla por lo que ya he explicado en el post anterior, yo utilicé un caldero de los que me dio mi madre para la vitro.
INGREDIENTES:
- 1 Kg de filetes de potón ( en la pescadería lo cortan en tacos y le quitan la piel)
- 1/2 pimiento rojo
- 1/2 pimiento verde (Cristina no le pone)
- 1 cebolla
- 3 ajos
- laurel en polvo, tomillo, pimienta negra molida y pimentón dulce.
- sal
- un vaso mediano de vino blanco
- Un poco de tomate frito (no se le ponía, pero yo aproveché que lo tenía abierto).
- aceite de oliva
Se pican la cebolla, el ajo y los pimientos (piqué con la braun que me regalaron en mi cumpleaños) y se rehogan un pizco en el caldero. Se añade el potón y el tomate, el vino y las especias y se deja a fuego entre medio y bajo. No le puse ni caldo, ni agua porque ya suelta bastante líquido el potón, pero con vigilar de vez en cuando, listo. No controlé el tiempo mucho, pero creo que a la media hora lo probé y como vi que casi estaba, lo dejé unos diez minutos más y apagué dejándolo sobre el fuego. Se quedó tierno pero con un poquito de consistencia al masticar, y con muy buen sabor. Lo serví con papas sancochadas.
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